Hubo indios aquí. Sigilosos ligeros sutiles volátiles. Les gustaba escuchar la naturaleza, el sonido del viento y la lluvia. La vida entera moviéndose a su alrededor. Luego vinieron estos gordos sebosos y sudorosos blancos con su olor a rancio aceite y enturbiaron la paz del mundo. También hablo de ti. Con sus turbo trucks y sus 9 mm. Y la paz se acabó. La Naturaleza empezó a retirarse. Primero con la escopeta, y después con la luz eléctrica Con la escopeta creyeron dominar a otros hombres, con la luz mataron la poesía del mundo. Hubo indios aquí. Nos miran. No se dejan ver.

en los próximos días

En los próximos días, y por motivos que no vienen al caso, viajo al SE de los Estados Unidos. Mi intención es tener el blog operativo y poder publicar entradas sobre el modo de vida norteamericano a la manera de esos viajeros que guardan una relación de sus viajes, plagada de anécdotas y aspectos interesantes, y tienen bitácoras con dibujos de animales y alguna fotografía. Largo y tendido se ha escrito sobre este tema y bien es verdad que puede que no añada algo nuevo al mismo, pero como un antropólogo inocente me presentaré ante ellos y les haré preguntas que me hagan entender su particular modo de ver la vida. No sólo a qué se dedican y qué hacen con su tiempo libre, aparte de disparar con armas de fuego cuando se aburren de ver la TV, sino cómo ven y contemplan los tiempos en los que vivimos, hacia donde nos dirigimos y qué papel jugarán ellos en todo el maldito asunto. En fin, algo así pretendo y por ahí van los tiros.